Los alimentos ricos en albúmina son aquellos que necesita el organismo para el crecimiento y para la construcción y renovación constante de sus órganos.
El hombre necesita, diariamente, tomar de 70 a 100 gramos de albúmina, según el peso que tenga.
Antes de los 25 años se necesita tomar más por razón del crecimiento.
Cuando la ración de albúmina haya de reducirse, se aumentarán las cantidades que se tomen de los otros alimentos ricos en féculas azúcares naturales, etc.
Cuando se aconseja reducir la cantidad de albúmina, no solo se refiere a la albúmina de la carne, pescados, caza, etc., y sus derivados, sino a toda clase de albúmina, y, por lo tanto, la reducción habrá de extenderse, según los casos, también a los huevos, queso, legumbres, setas, frutas oleaginosas, almendras, nueces, avellanas, cacahuetes, y otros alimentos todos ricos en albúminas.
Por el contrario, cuando se permite tomar la cantidad normal de albúmina, o de aumentarla, aconsejamos aprovechar, de preferencia, la albúmina contenida en la leche, queso, requesón, yogur, cereales integrales, pan integral, legumbres (judías, lentejas, garbanzos), fruta oleaginosa (almendras, nueces, avellanas, etc.), setas, y de ningún modo las carnes, pescados, huevos, etc., y derivados.
Las carnes son alimentos que especialmente en las enfermedades del riñón e hígado, dan origen en el cuerpo a venenos, sustancias perjudiciales, residuos y materias de desecho, que el hígado neutraliza con dificultad y el riñón enfermo elimina muy mal, y son, además, carentes o más pobres en principios vitalizantes.
Es posible alimentarse bien y vivir sano, sin necesidad de tomar carne, con tal de que la minuta sea suficiente y equilibrada.