Las curas de frutas son especialmente beneficiosas para los enfermos de los riñones.
- Son purificadoras de la sangre, ahorrando parte del trabajo de los riñones.
- Son neutralizantes de la acidez, propiedad muy útil en las enfermedades en que hay retención de sustancias de desecho, en las cuales hay siempre tendencia a la acidez de la sangre (retención de ácido úrico, etcétera).
- Son ricas en sales minerales, de las cuales hay pobreza en las enfermedades de los riñones.
- Son diuréticos naturales, o sea que estimulan el trabajo de los riñones de un modo suave y natural, aumentando la cantidad de orina.
- Son ricas en vitaminas, importantes para la curación de estas enfermedades.
- Por el azúcar natural y otros principios que contienen, fortalecen el corazón.
- Mejoran el estado de los conductos de sangre (arterias, etc.), y de este modo mejora la circulación de la sangre en los riñones.
Para aprovechar debidamente las propiedades curativas de las frutas, además de tomarlas en abundancia cada día, conviene hacer frecuentes curas de frutas.
Modo de practicar la cura de frutas
Durante el tiempo de su duración (1, 2 ó 3 días generalmente), no se toma nada más que fruta, sin ningún otro alimento.
La cantidad de fruta que se ha de tomar varía entre dos a tres kilos por día, cantidad que se reparte en cinco o seis tomas.
Parte de esta cantidad puede tomarse en forma de fruta fresca, rallada (puré de fruta), si no se puede masticar tanto.
Pueden tomarse en el mismo día frutas de una o varias clases, dentro de las recomendables, como las uvas, ciruelas, plátanos, mandarinas, limones, peras, manzanas, albaricoques melocotones, naranjas, melón, sandía, etc.
Hay que lavarlas y frotarlas cuidadosamente, y si han sido tratadas con insecticidas, deben pelarse.
La cura de frutas se efectúa una vez cada diez o quince días, pero en muchos enfermos de los riñones, hay que intercalarla más a menudo.
También se pueden tomar zumos de frutas.
La cura de frutas está indicada en todas aquellas enfermedades de los riñones en que conviene purificar la sangre, conceder un reposo a los riñones, dar muchas vitaminas y mejorar la circulación de la sangre.
Especialmente indicadas para las inflamaciones agudas de los riñones en cualquiera de sus formas como piedras (cálculos), arenillas. riñones.